Comienza 2015 con muchas tareas pendientes, y cierta premura por poner en explotación algunas de las inversiones inmobiliarias realizadas el año anterior, que todavía no estaban en el mercado.
Finalmente, fue en Febrero de 2015 cuando uno de los bienes más prometedores, situado en el Centro Histórico de Madrid, salió al mercado. La acogida resultó excepcional, lo cual resulta gratificante, una recompensa moral, un reconocimiento al trabajo realizado los meses anteriores.
Valoré varios modos de explotación, principalmente el destino como vivienda de uso turístico, que finalmente desestimé por los costes de intermediación. La modalidad elegida finalmente, basada en criterios de rentabilidad, fue la que se denomina en el sector de media temporada, que viene a ser un alquiler por meses en periodos que suelen oscilar entre uno o varios meses a un año.
Los intermediarios.
Sabed que, en nuestro sistema, cuando se genera riqueza, siempre van a aparecer muchos voluntarios dispuestos a compartirla contigo, a veces te interesará y mantendréis una relación comercial basada en el beneficio mutuo, pero a veces, claramente no te interesará, o te perjudicará; –es importante valorar bien este aspecto y tomar las decisiones en consecuencia-. Sin olvidar a ese Gran Hermano que siempre te extiende la mano para solicitar “su parte” en pos del bien público y del mantenimiento del propio sistema, la hacienda pública.
Mi balance personal fue que, para un destino como vivienda de uso turístico, los costes de los intermediarios, en mi caso imprescindibles, provocaban que la rentabilidad disminuyese a niveles en los que esta modalidad resultaba menos atractiva que otras alternativas posibles. Eso sí, conocí a mucha gente, y aprendí mucho sobre el sector.
A ritmo.
Cuando llevas un tiempo haciendo muchas cosas a buen ritmo, tampoco resulta fácil parar de repente. Yo llevaba ya más de un año involucrado completamente en el sector inmobiliario, con cierta especialización en el Centro Histórico de Madrid, empezaba a conocer bien el mercado, podía observar su evolución, tenía contactos, etc. En vez de parar, decidí salir de compras de nuevo. Esta vez la selección fue mucho más rápida, en Febrero de 2015 ya tenía otro bien en la cesta de la compra, también en el Centro Histórico de Madrid. Esta vez el objetivo era poner el bien en explotación en el menor tiempo posible, se daban las circunstancias para que así fuese. A primeros de Mayo de 2015 este objetivo estuvo cumplido.
¿Y a continuación, qué?.
No poner todos los huevos en la misma cesta es, por lo general, un buen consejo; dicho en otras palabras, diversificar. Estoy yo por esto de las inversiones, más o menos especulativas, y estoy determinado a probar con las inversiones financieras –palabras mayores dirían algunos-. Pero no voy a hablar de esto en este momento, dejo la miguita, y tendré tiempo para hablar de ello el próximo año.
Revisando objetivos.
Como resumen de 2015, ahora sí puedo afirmar sin paliativos que el primero de los objetivos iniciales, “obtener por mis propios medios unos ingresos que me permitan una existencia digna”, está conseguido.
Respecto al segundo objetivo, “superar por mis propios medios los ingresos que obtenía como trabajador por cuenta ajena”, me toca seguir trabajando para tratar de alcanzarlo. La vía de las inversiones financieras es hacia dónde apunto en este momento para tratar de conseguirlo, ya os contaré qué tal.
Viene de: Año 1 – 2014. El comienzo de una nueva etapa
Sigue en: Año 3 – 2016. Explorando nuevos horizontes. Inversiones financieras.
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